Instalaciones de electricidad, fontanería y saneamiento
Las instalaciones de electricidad, fontanería y saneamiento, no tienen ningún problema en su ejecución gracias a los numerosos huecos que deja la estructura para que puedan pasar por ellos. Los forjados permiten el paso de tubos de saneamiento de 100 mm de diámetro sin problemas, por los huecos que quedan entre los conectores de las viguetas. En los muros se pueden pasar todo tipo de tubos, con la condición de que el muro tenga la anchura suficiente y no se elimine el aislamiento en cantidad apreciable. Para que cualquier tubo pase por el muro, éste a veces se realiza con montantes de dimensiones correspondientes a muros de carga, aunque sea un tabique. Se debe cuidar no cortar elementos importantes; este punto es importante en España debido al desconocimiento que del sistema existe, lo que requiere una mayor supervisión sobre los distintos instaladores.
Durante la construcción se prevén dos etapas en las que estén los gremios trabajando, la primera para pasar los tubos por la estructura, cuando la misma está terminada y la tabiquería montada, y la segunda cuando los revestimientos ya están colocados y hay que instalar los aparatos y mecanismos.
Una de las grandes ventajas del sistema es la rapidez de ejecución y el hecho de que no se necesita realizar rozas para pasar las instalaciones; éstas pasan a través de una serie de taladros realizados en los montantes y los tableros. La obra es más limpia y no se necesita sacar tanto escombro como en la construcción de hormigón y ladrillo. La herramienta de trabajo es muy sencilla y no se necesita maquinaria grande.
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